lunes, 5 de enero de 2009

Recomendación # 9 (I)

El Perfume.
Y para la intriga....

I
En el siglo XVIII vivió en Francia uno de los hombres mas geniales y abominables de una época donde no escasearon los hombres abominables y geniales.

II
(...) Un niño de pecho no es un ser humano, sólo un proyecto y aún no tiene el alma formada del todo.(...)

IV
(...)Para el alma no necesitaba nada. La seguridad del hogar, la entrega, la ternura, el amor—o como se llamaran las cosas consideradas necesarias para un niño—eran totalmente superfluas para el niño Grenouille. Casi afirmaríamos que él mismo las había convertido en superfluas desde el principio, a fin de poder sobrevivir. (…)
En aquel momento habría podido elegir la segunda posibilidad que se le ofrecía, callar y recorrer el camino del nacimiento a la muerte sin el desvío de la vida, ahorrando con ello muchas calamidades a sí mismo y al mundo, pero tan prudente decisión habría requerido un mínimo de generosidad innata y Grenouille no la poseía. Fue un monstruo desde el principio. Eligió la vida por pura obstinación y por pura maldad.
(…)
Igual que una garrapata era el niño Grenouille. Vivía encerrado en sí mismo como una cápsula y esperaba mejores tiempos. (…)
Cuando creció un poco, abandonaron los intentos de asesinarlo. Se habían convencido de que era indestructible.
(…)
Le molestaba su presencia, simplemente. No podían percibir su olor. Le tenían miedo.

V
(...)Y no obstante, visto e manera objetiva, no tenía nada que inspirase miedo. (…)
Al cabo de mucho rato, tal vez media hora, vomitó la palabra “madera”, la arrojó por la boca como si estuviera lleno de madera hasta las orejas, como si pugnara por salir de su garganta después de invadirle la barriga, el cuello y la nariz. (…)
Así aprendió a hablar. Las palabras que no designaban un objeto oloroso, o sea, los conceptos abstractos, ante todo de índole ética y moral, le presentaban serias dificultades. No podía retenerlas, las confundía entre sí, las usaba, incluso d adulto, a la fuerza y muchas veces impropiamente: justicia, conciencia, Dios, alegría, responsabilidad, humildad, gratitud, etcétera, expresaban ideas enigmáticas para él.

de Patrick Süskindric

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