jueves, 21 de febrero de 2008

Un sueño...

UN SUEÑO - Edgar Allan Poe

¡Recibe en la frente este beso!
Y, por librarme de un peso
antes de partir, confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días;
¿Pero es acaso menos grave
que la esperanza se acabe
de noche o a pleno sol,
con o sin una visión?
Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueño.

Frente a la mar rugiente
que castiga esta rompiente
tengo en la palma apretada
granos de arena dorada.
¡Son pocos! Y en un momento
se me escurren y yo siento
surgir en mí este lamento:
¡Oh Dios! ¿Por qué no puedo
retenerlos en mis dedos?
¡Oh Dios! ¡Si yo pudiera
salvar uno de la marea!
¿Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueño?

Versión de Carlos Arturo Torres

jueves, 14 de febrero de 2008

Él y Ella (Cap II - 1era parte)

Bueno...se me fue el capítulo del 7 de febrero..de ahi lo coloco en el 7...((y despues pongo el link aquí)).......Pero por ahora al capítulo de hoy...

Capítulo II: Un juego peligroso...verdad o reto!

Escena 1
~El juego ya habia empezado

Delegado: (a ella) Verdad o reto? *Lanza una mirada maliciosa*
Ella: Verdad
Él: Aquí huele a gallina...*dijo exageradamente en voz alta*
Ella: (a él) Cállate...a ti nadie te ha pedido tu opinión.....(al Delegado) Pregunta..

*el Delegado rie maliciosamente*...(a ella) A quien odias mas de los que estamos aquí presentes...

*ella mira con el rabillo del ojo a él..y se da cuenta que él la estaba mirando...volteó bruscamente hacia el delegado...pasaron unos momentos*
Ella: Pues...pues...a ti!...*gritó dulcemente con una sonrisa maliciosa*

*todos rieron mientras el Delegado fingio deprimirse...finalmente riendose*
Zaira: Jajajaja...te salio el tiro por la culata..jaja...xD
Él: Yo...(a ella)...pensé que me podrias a mi....jaja...pero veo que también eres ingeniosa..en fin..pregunta
*ella obvia el comentario de él, preguntandole a Zaira, Zaira pregunta a Vanessa, y Vannesa a Él*

Escena 2:
~Piezas movidas..


Él: (a Vane) Que me voy a vengar..¬¬
Ella: No seas llorón...*ríe*..pregunta
*Él la mira con ojos de maldad*
Él: Ok...*ríe maliciosamente*...(a ella)...verdad o reto?
Ella: Verdad...
*Sonrie aun mas maliciosamente soltando pequeñas risitas*
Él: Te arrepentirás de eso... No quieres cambiar a reto?....*la mira*
Ella: (gritando) Noo!...dime de una vez!!
Vane: No cambies..Hagas lo que hagas no cambies!!...Yo lo conozco!!
Él: Qué mujer se acerca mas a gustarte??
Ella: Qué, qué qué??
Vane: U.u Lo supuse…U.u
Él: Cambias a reto?
Vane: No..cambies…eso es lo que él quiere!! [sé lo que va a pasar...]
Zaira: Vane tiene razón, ni se te ocurra cambiar..
Ella: … Cambio a reto…
Vane: Tonta ¬¬ !!! Ahora atente a las consecuencias..
Zaira: Looser!
*Él rie maliciosamente largo rato*
Ella: Ya me hicieron arrepentirme..pero no importa…(a él) Dime!! [Definitivamente lo odio]…Que tengo que hacer?....

((continuará....))

miércoles, 13 de febrero de 2008

'Claro de luna'

Bueno este fans fic...lo saqué de este foro: www.vivelamagia.net/foros
y su creador es
† Deyt Cullen † ...^^...

Claro de Luna
La luna vestida de plata adornaba los cielos, mientras la débil luz de las estrellas que brillaban incansablemente, giraban entorno a ella.La suave brisa acariciaba las ramas de los árboles, cuyos brazos deshojados dejaban caer las últimas hojas que les daban vida. Allí entre arbustos y setos, bajo paso elegante, descendía lentamente por unas escalas de piedra una muchacha.

El viento acariciaba su rostro, ondeando su negro pelo hacia los lados, el cual relucía bañado por el fuego plateado de la luna.su esbelta figura se confundía con el paisaje, parecía un sueño, no podía ser tan real..
Era como un ángel del cielo, era la más pura belleza.
Sus sinuosas curvas quedaban adornadas por un vestido de seda blanca, cuya cola rozaba suavemente contra los fríos escalones. En escasos minutos la mujer delicadamente descendió hasta llegar a un patio circular de piedra, unos cuantos asientos ordenados que precedían a una gran fuente llena de nenúfares, era la decoración más vistosa.

Los ojos de la doncella perdidos en la penumbra se fijaron en los grandes chorros de agua cristalina que emanaban de la fuente. Deslizando suavemente sus pies sobre la hierva, alcanzó la figura bañada en agua, se arrodilló, para con la palma de su mano acariciar el cálido líquido azulado.el tocado de su pelo cayó suavemente sumergiéndose en la fuente, y la larga cabellera de pelo negro rizado descendió hasta su cintura. La mujer con una sonrisa débil pero sincera, recogió en la palma de su mano uno de los más bellos nenúfares, se levantó, giró sobre si misma con las yemas de los dedos de los pies, parecía un cisne que bailaba sobre el agua, moviéndose con delicadeza, para finalizar ya, se dejó caer sobre el banco de piedra más cercano. El vestido de cola sobresalía por los laterales del banco, y este era ondeado por el viento, su rodilla estaba flexionada sobre la superficie de piedra, el vestido descendió lentamente dejando ver la palidez de su pierna. Alzó la mano hasta que sus ojos pudieron verla, el nenúfar, aquella planta tan bella relucía bajo los rayos de las estrellas. Una gota de agua descendió de la mano, deslizándose velozmente por el brazo.

a su vez, una lágrima caía resbalando por la mejilla de la muchacha, gota de agua y lágrima iban a encontrarse para fusionarse en un solo ser, justo a pocos centímetros de rozarse, sus caminos se separaron cayéndose al suelo. Como dos amantes bajo la luz de la luna, que nacen juntos para morir separados.

La flor cayó de sus delicados dedos, mientras se rompía en el aire, los pétalos golpearon débilmente en el suelo siendo llevados por el viento. así estaba su corazón, roto, roto en cientos de pedazos, por el amor que un día un hombre le dio y ahora.. ella estaba sola, perdiéndose en la ausencia, muriendo a cada paso.

Su alma no aguantó ni un solo segundo más y estalló en gemidos y sollozos. Se dejó caer sobre el banco durante horas, abrazándose sobre si misma, sollozando en silencio, sola y abandonada, se encontraba allí perdida y sin rumbo.cuando las nubes empezaron a amanecer en el cielo tapando la luna y el frío caló en sus huesos, la muchacha se levantó.

Las lágrimas resbalaban por sus mejillas y sus sentidos estaban totalmente confundidos, la muchacha sin rumbo fijo caminó despacio, internándose por un camino de árboles a lado y lado, algunos chillidos rompían el silencio de la noche, siguió caminando arrastrando su vestido de cola y su pesar con él. Caminó durante minutos, sin saber a donde iba, hasta que frente a ella se alzaba un bosque... algo que no estaba en sus planes, la muchacha dejó sus zapatos de tacón a un lado del camino, y se salió de este para internarse en el bosque. No veía nada, todo estaba muy oscuro, como su corazón, no había ninguna luz que la guiase, por todas partes solo encontraba arbustos, árboles y setos.
La mujer avanzaba dificultosamente, abriéndose paso por la maleza, las ramas de los árboles rasgaban su piel, como el tiempo había hecho con su corazón, ahora este sangraba sin poder parar de hacerlo.Los pinchos de las zarzas se clavaban en sus brazos y en sus piernas, estaba empezando a perder la visión y se sentía completamente desorientada. Las lágrimas no paraban de caer de sus ojos, y el pelo estaba enmarañado y lleno de hojas. Sus vestiduras iban rasgándose lentamente, mientras sus pies se llenaban de barro y de piedras pequeñas. La mujer avanzaba desesperada, con los brazos se agarraba a algunas ramas, para poder sortear los peligros, miraba al cielo, no podía ver nada pues las copas de los árboles eran tan altas que tapaban el cielo nocturno. Unos minutos más tarde, cuando sus fuerzas empezaban a flaquear, la muchacha advirtió algo de luz blanca en la lejanía, allí ante sus ojos a unos pequeños metros se acababan los árboles y se habría una nueva dimensión. Respiró hondo y sonrió. Su aliento empezaba a entrecortarse, tenía frío y su corazón estaba palpitando a toda velocidad.

Estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para poder salir de aquel bosque, pues parecía que aquel lugar tuviese vida, era como si las ramas fuesen brazos y la agarrasen fuertemente para no dejarla salir de allí, apenas necesitaba un pequeño esfuerzo más, solo un poco más de fuerzas.En poco tiempo, la luz la dejó cegada, lentamente pisó tierra firme, mientras con la mano intentaba palpar el aire. Sus pulmones se llenaron de una fresca brisa, y un débil sonido como de mar la invadió por dentro. Estuvo allí unos instantes dejándose llevar por aquella sensación, como si hubiese encontrado algún lugar mágico. Salió del bosque observando detenidamente el paisaje, pues allí ante ella se alzaba una tierra abrupta, gris, sucia, destruida por el tiempo, desolada, y más allá.. un acantilado, donde las olas vivían libres. Donde el aire era puro, y donde su alma la estaba guiando realmente. Avanzó a pasos suaves, el cielo estaba completamente tapado por nubes negras que amenazaban tormenta. La cortina negra se destapó para dejar que unos débiles rayos de luz de luna iluminaran las pálidas facciones de la mujer, ahora manchadas de sangre y barro, cuya esbelta figura avanzaba sinuosamente.

Allí se encontraba, en el claro de luna, donde siempre había querido estar, en la fuente de toda su inspiración.Llegó al borde del acantilado, donde pudo observar detenidamente como las olas chocaban contra la pared firmemente rocosa. Un desliz de su pie, hizo que unas pequeñas rocas cayeran precipitándose al vacío y se perdieran por la espesa niebla que se estaba congregando en la parte baja.
Su corazón latía con fuerza, y todo sus sentidos estaban alerta, la muchacha miró al frente y pudo observar como el mar se perdía en la lejanía, como todos sus problemas también podían perderse. La joven se dejó arropar por los deseos más cálidos que encontró pero no fueron suficientes, su camino estaba teñido de rojo, como sus brazos y su vestido que antaño fue blanco y suave como la seda. La brisa del viento acariciaba su pelo, la mecía lentamente, llenando de vida todo su cuerpo.Apenas bastaron unos minutos para que el mismo aire la acompañara a su destino, la mujer se dejó llevar por todo el paisaje, por todo lo que sentía por todas sus emociones, y se precipitó al vacío... cayendo... olvidándose de todo.. perdiéndose.
Al fin había encontrado su sitio.Un golpe seco resonó en todo el acantilado, el agua del mar quedó teñida en sangre, y un cuerpo cuyas telas flotaban sumergiéndose en el agua, se perdió en la oscuridad del mar.Los últimos rayos de luna que iluminaban las olas, fueron apagándose, pues las nubes negras volvían a cubrir el cielo.El destino de una muchacha tan trágico y lúgubre había quedado consumado al fin

sábado, 9 de febrero de 2008

'Cuando la grapadora dejó de funcionar con grapas'

Esta es de una niniah que conozco por un foro:: www.horrocrux.com/foros ...

Su historia/fan fic se llama:: 'Cuando la grapadora dejó de funcionar con grapas'

Mi compañero me trajo una grapadora nueva. La mía, la que había usado durante meses, se había roto. La nueva era pequeña y de color verde.

-¿Y las grapas? -pregunté mirando alrededor
-Va sin grapas -respondió mi compañero

-¿Sin grapas?-Sí, va a presión.

Ese día dejé mi casa. Me independicé. Y dejé a Berta. La llamé por la mañana porque pensaba que no estaría, y no estaba, pero la muy inoportuna había desconectado el contestador automático por lo que, después de escuchar por enésima vez aquel exasperante 'piiiip piiiiip', colgué. La llamé por la noche, sí estaba. Le dije que quería dejarlo y ella me dijo que estaba de acuerdo, que le parecía bien. Luego me espetó que estaba siendo injusto y desagradecido con ella y que no quería dejarlo así como así. La verdad, después de tanto tiempo, seguía costándome Dios y ayuda entenderla. Al final creo que me dejó ella a mí por injusto y desagradecido, pero bueno, el caso es que dejé de ser su novio en cuanto colgué el teléfono. Y entonces me sentí libre y tuve miedo. Las grapadoras funcionan con grapas, es lo natural. A lo natural no hay que ponerle trabas, las cosas son así, las grapadoras funcionan con grapas. No pueden no funcionar con grapas, eso son inventos que no funcionan. Las cosas de toda la vida no se pueden cambiar.


Las grapadoras funcionan con grapas, es imposible darle la vuelta a una botella llena de líquido y sin tapón y pretender que el líquido no se salga. Las ventanas deberían poder abrirse y cerrarse, pues son una vía de escape. Ahora las hay que siempre están cerradas y sólo imaginármelo me ahogo. Los teléfonos tienen botones, y los televisores. Romeo y Julieta se querían. En realidad, es inconcebible que no se quisieran, si ahora algún crítico se atreviera a decir algo así le cortarían la cabeza en rodajas y adornarían el plato con salsa de tomate. Romeo y Julieta se querían, si no se hubieran querido no hubieran muerto por amor, así son las cosas. Berta y yo nos queríamos, nos quisimos en algún momento, pero un día pudimos llegar a funcionar sin grapas, como la grapadora. Pero estas cosas ya he dicho que son antinaturales. Las grapadoras no pueden funcionar sin grapas, nunca unirán los folios de verdad, es imposible. Una grapadora sin grapas nunca va a funcionar bien. Las parejas no pueden funcionar sin amor. La vida, la vida de verdad, el vivir, no fluye sin el tiempo y las ganas. A mí el reloj se me había parado durante un tiempo, pero decidí darle cuerda y allí estaba yo, tambaleándome en mi inseguridad y desconcierto y viviendo, viviendo, viviendo.

Por Airin Lestrange

jueves, 7 de febrero de 2008

Él y Ella (Cap I)

Datos::
*Todas las palabras, oraciones u otros que se encuentren entre corchetes ( [ ] ) son pensamientos.
*Todo lo que está entre asteriscos (*) son acciones

*Existen dos lugares claves donde se efecutaron los hechos:: Una llamada, Reunión de los Perdidos (RP) y otra es el MSN.. ^^..

*Hora: De preferencia tarde..

*Versión: Para mayores de 16…xD..jeje

*Personas: Varias...Los personajes principales son y serán Él y Ella

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Capítulo 1: Cuando todo comenzó, con un mal pie…

Escena 1:
~Ayuda..

Juan: Necesito ayuda con mi tarea…
Todos: Sobre qué?
Juan: Necesito un ejemplo sobre alguna maravilla natural, que represente al elemento tierra o arena…
Zaira: Que tal el gran cañon…
Juan: No, son dos ejemplos ese ya lo puse…
Ella: Uhmmm… Que tal…. La falla de San Andrés, esa que está en EE.UU
*Él aparece exaltado-gritando*
Él: Perdoon! San Andrés no queda en EE.UU!!! Haa!! Malditos yankees! Si escuchara esto Chávez…
La Novia: Amor, eres socialista??
Él: Jeje… si un poco amor, no te importa verdad?
Ella: Ah… bue… Yo pensaba que queda en EE.UU [Queda en EE.UU idiota ¬¬, pero quiero evitarme problemas]
La Novia: No, claro..ah verdad…te quiero presentar a alguien…una de mis mejores amigas…
*La señala a ella* *él la mira extrañada*
Él: Ella? [ya no la aguanto mas..puaj!]....(a ella) Por favor… todos sabemos que los yankees siempre se adueñan de todo…
Ella: Mucho gusto ¬¬

Escena 2:
~Al rato…

*Él grita sin razón*
Él: Como odio a los chicos EMO! Son todos un asco, especialmente los chicos…que son bisexuales…deberían matarlos a todos…
Zaira: Alguien que lo calme!!...Por favor!!!
Ella: Xq odias tanto a los EMO, no tienen nada de malo..
Él: Eres emo? *la mira amenazadoramente*
Ella: No, pero…
Él: No pero nada!... No entiendo como pueden haber personas como tú!... Que acepta esas cosas!
Ella: Y yo no entiendo como pueden haber personas como tú! Que no respeta los gustos de lo demás…
((continuará))

miércoles, 6 de febrero de 2008

Secuestra V y VI (III parte)

*Si quieren encontrar la Parte I y II aquí
*Si quieren leer la parte III y IV
aquí

SECUESTRADA

Ese maldito capullo la había dejado sola .. No se entendía a sí misma, no quería estar con él, pero tampoco podía soportar estar sola y encerrada. Con la llantera se quedo dormida en el sofá y cuando despertó sobresaltada por un ruido, escucho mejor y se dio cuenta que era un coche, el resplandor de los focos en el salón se lo confirmaron…Juan volvía…esta podría ser una oportunidad para escapar, fue corriendo a la cocina y cogió la sartén mas grande que encontró y se colocó detrás de la puerta.

- Miriam lo siento , no quiero que discutamos, me siento..

Pero ella le pego con la sartén tan fuerte como pudo haciéndole caer al suelo como un fardo.

- Espero no haberle matado- soltó la sartén y corrió fuera de la casa, apenas se veía nada, el coche estaba abierto y subió pero las llaves no estaban, daba lo mismo, tenía que recordar como se hacía un puente, para eso había estudiado mecánica…- se decía mientras se metía bajo el volante.

- Rojo, verde, azul…mierda estos coches automáticos son lo peor.- conectó dos cables pero no paso nada.

- vamos, vamos esto no puede ser tan difícil.

- ¿Te sería mas fácil con esto? – dijo Juan desde el otro lado de la ventanilla con las llaves tintineando en su mano.
Miriam cerró la puerta, - tengo que conseguirlo, maldita sea – pero Juan no se lo iba a permitir y de un puñetazo rompió el cristal de la puerta justo en el momento en que ella conseguía arrancar.

Pero algo iba mal, la dirección no respondía, el volante estaba muerto e iba irremediablemente de frente contra un árbol con el cual choco golpeándose con el volante en la cabeza. De repente quedo cegada por la sangre, no veía nada solo oyó como se abría la puerta y la sacaban del coche.

- Maldita sea!! Ves lo que ha pasado, has podido matarte.- le gritó mientras la introducía en la casa.
Ella estaba mareada, temblaba incontroladamente y le dolía la cabeza.

- Escúchame, no voy hacerte daño, solo quiero verte esa herida – dijo sentadola en la mesa.-

- No me toques, tienes que llevarme a un hospital o voy a desangrarme, esto terminó- decía ella entre sollozos intentando apartarle.

- Miriam estate quieta, déjame verte eso, no me obligues a atarte.- Pero por el amor de dios ¿serías capaz de atarme?? Tengo la cabeza abierta necesito un medico.

- No sabes nada de mí, no te has molestado en conocerme ni tan solo un poquito ¿Verdad?- Eres un egocéntrico, estoy desangrándome ahora mismo no me interesa nada de..

- Voy a coserte yo, así que estate muy quietita esto no puede ser muy difícil. ¿no?

- ¿Qué, Qué? Ni hablar, estas loco…no dejaré que lo hagas- dijo intentando levantarse de la mesa.

- Estate quieta de una puta vez, no voy hacerte daño, será rápido – dijo sujetándola de los brazos.

- Suéltame por favor, ni se te ocurra pensar que voy a dejarme curar por ti, mierda reacciona me estoy desangrando…dijo llorando histérica e intentando zafarse de sus brazos levantándose de nuevo, pero el fuerte dolor que sentía casi la hizo caer.

- Vale, vale…Tranquilízate. Soy médico, no te voy hacer daño.- le dijo echándola en el sofá.

- ¿Eres medico?! No me mientas por favor..

- Bueno en realidad no es cierto del todo, soy cirujano- le decía mientras le limpiaba la herida que por fin había dejado de sangrar – la verdad es que esto no tiene buen aspecto, voy a tener que ponerte una pequeña anestesia que no te dolerá nada y darte unos puntos.- ella pareció tranquilizarse pero le miraba con recelo.- lo prometo no tardaré.

Parecía que sabía lo que hacía, así pues Miriam se dejó hacer, no tenía mas remedio y en poco tiempo terminó y le vendó la herida, después fue a la cocina con una toalla para humedecerla y comenzó a limpiarle de la cara la sangre seca.
Era tan tierno, Miriam comenzó a relajar sus nervios. En ese momento sus manos acariciaban su rostro con ternura, sentimiento que comenzaba a no dejarla indiferente, su cuerpo se estremecía con esas caricias – debo estar volviéndome loca – y él se dio cuenta de ello, cogió su cara entre la manos y comenzó a besarla lenta y suavemente… y ella se dejó llevar por los sentimientos que en ese momento crecían en su cuerpo.

- Dios, lo que me ha costado…- le susurraba Juan al oído entre beso y beso.

Se despertó con una sensación de bienestar que hacia muchos días que no sentía…el sol entraba en la habitación caldeando el ambiente, sintió los brazos de él que la rodeaban – ¿Cómo podía haber ocurrido esto?- se preguntaba - es como una novela rosa de esas que venden los quioscos…es increíble.

Juan se movió y la sacó de sus pensamientos.

- ¿ Que tal te encuentras? – dijo volviéndola entre sus brazos para mirarla la frente.

- O bien, tienes unas manos de oro, y para agradecértelo voy a preparar un desayuno de campeones.
Hizo huevos revueltos, café, zumo y cuando enchufaba el tostador este dio un chispazo y saltaron los plomos.

- Mierda y el café sin terminar de salir y sin tostadas… vale, y ahora donde esta la caja de los fusibles?
Buscó por toda la casa pero nada, así que decidió bajar al sótano. Éste no tenía nada que ver con la pulcritud de la casa, estaba totalmente desordenado, sucio, lleno de trastos; no había ventanas o si las había no se veían. Después de dar varios traspiés encontró el cajetín eléctrico y arregló la luz, pero como él seguía durmiendo y las tostadas podía esperar en vez de volver arriba pensó en echar un vistazo, vamos cotillear un poco.

Allí había de todo: muebles viejos, cajas y cajas de libros de medicina, botes de pintura a medias…trastos y más trastos, nada interesante hasta que encontró una puerta medio oculta.La puerta estaba cerrada pero era vieja y consiguió forzarla. Dentro todo estaba oscuro y no había nada especial, solo una cama, una mesa y una silla.

- Decoración minimalista, ¿para qué usará esta habitación?, ¿para estudiar…meditar…?- En una de las esquinas encontró un fichero – A ver que tenemos por aquí.

Abrió el primer cajón y encontró varias carpetas: “Lisa Romón” – serán pacientes – pero al abrirla no era informes médicos lo que encontró, si no fotografías y papeles: domicilio, trabajo, horas de entrada y salida, estaba claro que era un informe de la vida de esa chica
- Esto es increíble, es un acosador, aquí hay mas de 12 expedientes – comenzó a ponerse bastante nerviosa – pero, qué voy a esperar, a mi me secuestró.

Cogió un puñado de fotos que había en la carpeta: Lisa paseando, de compras, su casa, su coche…pero las siguientes la dejaron paralizada, en ella aparecía la chica, en esa misma habitación mirando a la cámara aterrorizada con las ropas rasgadas y moratones por todo el cuerpo…y en la última su cuerpo yacía sobre la cama con los ojos muy abiertos y sin vida.
…Miriam quedó sin respiración, las lagrimas se le agolpaban en los ojos y corrían por sus mejillas, pero ella no era consciente de eso, buscó y buscó frenética por las demás carpeta y en todas se repetía la misma escena…

- Ellas no eran Tu!!! Dijo Juan a sus espaldas
Miriam se arrinconó contra la pared aterrorizada.

- Tienes que entenderlo, ninguna eras tú. Pero ahora todo esta bien, tu estas aquí conmigo ya no tienes que preocuparte por ellas.

- ¿Dónde están?- preguntó entre lagrimas.

- No importa, tú y yo sí, ahora solo contamos los dos – dijo Juan acercándose a ella, intentando tocarla.-

¿Dónde están? – le gritó apartándose de él.

- Vamos, Miriam tranquilízate, esto no es bueno para nosotros.

- No me toques, ¿Dónde mierda están?

- ¿Qué quieres que te diga ¿ ¿Qué están muertas, eso es lo que quieres oír?

Pero ella no termino de escuchar lo que él tenia que decirle, de un empujón lo apartó de la puerta y corrió hacia arriba, pero en las escaleras Juan la tiró y la inmovilizó bajo su cuerpo.

- Tranquilízate por favor!! – pero ella lloraba y forcejeaba histérica –Basta, basta – le gritó Juan.

Miriam se quedo inmóvil, era absurdo luchar contra él en estas circunstancias.

- Así esta mejor, ahora vamos a subir al salón y hablaremos pacíficamente.
Juan la puso en pie y sujetándola del brazo la llevo hasta el sofá, ella no dejaba de temblar.

- ¿Vas a matarme?- pregunto entre sollozos

- No, no!! Por favor escúchame bien, no quiero matarte ni hacerte daño, solo te quiero a ti, tenerte aquí conmigo.

- Pero ellas también estaban aquí contigo y las mataste.

- Olvídate de eso, es el pasado y yo no quiero hacerte daño, solo quiero amarte – dijo acariciándola e intentando besarla.

Ella lo rechazó y se levantó.
- Pero las mataste, las asesinaste tú, después de traerlas hasta aquí en tu furgoneta como a mí y cuando te cansaste..Adiós, sin más. ¿Cómo lo hiciste?- Miriam esto no es bueno para nosotros- dijo intentando cogerla.

-No, no, déjame adivinar. Las estrangulaste, ¿Verdad? Las estrangulaste como has estado a punto de hacer conmigo ya varias veces.

- Tranquilízate, vamos no me hagas esto.- dijo intentando cogerla de nuevo.

- Maldita sea!! No me digas mas veces que me tranquilice. ¿Ves las marcas de tus dedos alrededor de mi cuello? ¿cuánto tiempo hará falta para que me hagas lo que a ellas? – le gritaba mientras intentaba abrir la puerta que como siempre estaba cerrada.

- Escúchame y para de una vez – la sujeto de espaldas, abrazándola de forma que no podía moverse – Estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo y ellas solo intentaban sustituirte, pero yo solo te quiero a ti.- dijo abrazándola con mas fuerza.

- Suéltame. ¡Yo quiero! ¡yo quiero! ¡yo quiero!... y no te has parada a pensar que es lo que quiero yo, no ¿verdad? Pues lo que yo quiero es seguir con vida.

- De acuerdo, piensa que te he dado la oportunidad de conocerme y te has enamorado de mi, o me vas a decir que lo de anoche no significó nada, hicimos el amor y tu no estabas asustada precisamente, me amaste como yo a ti.

- Y¿ a las otras tan bien les hiciste el amor.. antes o después de matarlas?- le grito intentando deshacerse de él.

- Veo que hoy no vamos arreglar nada, estas demasiado alterada, voy a ponerte un relajante para que descanses y veas las cosas con otra perspectiva – la lleva arrastras hasta una armario del que saca una jeringuilla. Cuando ella vio lo que intentaba hacer lucho por soltarse, pero Juan la aferró por un brazo y aunque tiraba y tiraba le fue imposible escapar de él.

- No, por favor, no vuelvas a pincharme..

- Vamos Miriam no seas niña, solo será un pinchacito de nada.

- No, espera. Ya me tranquilizo, me tranquilizo te lo prometo..- decía mientras intentaba soltarse de la mano de Juan que tenía la firmeza del acero.

- Estas muy alterada, esto solo va hacerte bien y cuando despiertes lo veras todo de manera distinta – tiraba de ella poco a poco acercándola cada vez más a él – si no te mueves no te dolerá, recuerda que soy medico, ni te enteraras te lo prometo.

- Juan, Juan, por favor escúchame…- pero era demasiado tarde él la tenía entre sus brazos y le había inyectado.

- Es la primera vez que pronuncias mi nombre y me gusta, me encanta oírlo de tus labios.- Y eso fue lo último que Miriam escucho en brazos de él mientras se desvanecía.


Cuando despertó estaba tranquila, relajada; lo que había descubierto era como una pesadilla, pero aunque sabía que era cierto eso no la perturbaba. Ahora se sentía bien, sabía que él era un asesino, también sabía que había hecho el amor con él y que la había hecho sentir cosas que hacia mucho tiempo creyó que no volvería a sentir… y era alto, atractivo, fuerte, moreno y un asesino

– No sé que droga me dio pero debe ser muy buena.

- Hola – su voz la saco del trance, pero no se sobresalto, ni sintió miedo - ¿Cómo te encuentras?

- Bien, un poco magullada.- Es normal, tienes unos cuantos morados por todo el cuerpo, peleamos duro. Lo siento me pase, a veces no controlo mi fuerza.

- ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente? Me siento como si hubiera sido semanas, esa droga debe ser buena.- Si, bueno es cosecha propia es cóctel de fármacos sedantes y ansiolíticos.- dijo acercándose a ella.

- Tenemos que hablar, es necesario que pongamos solución a esto – Juan se sentó en la coma y le aparto un mechón que le caía en la cara.

- Lo sé, por eso te he dejado dos días sedada, quería que te tranquilizaras… ¡Te quiero!- Juan, yo no puedo corresponderte, no con lo que se de ti. Quizás podría dejar de temerte pero eso siempre estaría ahí.

- Pero no tienes porque tener miedo de mi, yo no podría hacerte daño, antes moriría
Miriam no sabía que responder a eso.

- Vamos, sé que sientes algo por mí, quizás no sea amor, pero podría serlo… ¿Podrías enamorare de mí?
Pero ella no podía contestar.

- Esta bien, no te preocupes, sé que esta situación prolongada lo único que haría con nosotros sería destruirnos a ambos y no quiero eso y sé que tu tampoco- dijo mientras le cogía la mano.
Era tan tierno ahora, sin duda ella sabía que hubiera podido enamorarse de él, pero ese estigma lo tendría siempre en mente. Maldita sea había matado a una docena de mujeres.

- ¿Qué solución propones?

- Como no sabes donde estamos, ni mi identidad, ni donde trabajo… te voy a dejar libre con una sola condición.

- ¿Cuál?- pregunto excitada.

- Si algún día volvemos a encontrarnos, serás mía para siempre.

- Pero eso no es justo, que te impide buscarme, que digo buscarme, sabes todos mis pasos, donde trabajo, donde vivo…creo que es una condición un tanto ventajosa para ti.

- No, lo dejaremos en manos del destino, yo prometo que no te buscare y tú debes prometerme que no contaras nada de esto a nadie. Nunca.

- ¿Y esas mujeres?- De ellas tampoco debes preocuparte, sus familias las enterraron hace tiempo y según el informe policial ninguna fue asesinada, también me he deshecho de todo lo que encontraste abajo…es como si no hubiera ocurrido.

- Pero ocurrió, ellas están muertas.

- Miriam, déjalo no volvamos a empezar. Están muertas y olvidadas y no ocurrirá de nuevo, te lo prometo. No volveré a matar- parecía sincero y si no había delito, la policía no le estará buscando.

- Lo tienes todo bien calculado, pero ¿como voy a explicar mi desaparición?

- Te encontraran en la sierra donde se supone que desapareciste, dirás que te encontraron unos cazadores y que habéis estado incomunicados en su cabaña por el temporal… lo demás lo dejo a tu imaginación.

- Gracias – le beso apasionadamente, más de lo que hubiera querido.

- ¿De verdad que no quieres quedarte?- le dijo acariciándola de nuevo.

- Lo siento, no puedo.- Esta bien, pues vamos.

Ella se vistió con la ropa que había traído el primer día y un jersey de él, plumas, bufanda, guantes…cuando estaba ya en la puerta para salir él la cogió en sus brazos, apretándola contra su cuerpo duro.

- Voy a echarte de menos, ultima oportunidad para quedarte.- Lo siento – susurro ella por segunda vez antes de que él la besara apasionadamente mientras ella sentía un leve pinchazo en el cuello.
- Tenía que sedarte, no podía arriesgarme a que veas donde estamos. Adiós mi amor.- y de nuevo la cogió entre sus brazos sin sentido.

VI
Todo lo demás fue como una tormenta de sucesos: la policía cuando la encontraron, la ambulancia, el hospital, sus amigos, la familia….Y por fin todo acabo y se sorprendió de lo fácil que es volver a la rutina del trabajo, los amigos… y eso le gustaba, ahora se sentía bien, era como si la vida le diera una segunda oportunidad lejos de aquella pesadilla que aun se repetía en sus sueños y despertaba gritando y envuelta en sudor pensando en los últimos momento de aquellas pobres chicas y en él que volvía cada noche a su mente como un ladrón de sueños.Pero eso lo tendría que superar poco a poco.Pasaron los años y no volvió a saber nada de Juan, había cumplido su promesa de no acercarse a ella, y ahora se sentía segura de verdad. Había cambiado de piso, ascendido en el trabajo y comprado un coche nuevo; la vida por fin le sonreía y dejaba atrás los malos recuerdos.
Era el día de su cumpleaños y había preparado una fiesta por todo lo alto para esa noche, pero antes quería ir a comer con sus amigas:

- ¿Dónde vamos? – Pregunto Aroa en el coche

- He reservado mesa en el mejor restaurante de la ciudad y nos vamos a dar un homenaje….pago yo.

- Eso esta bien, no todos los días se cumplen 31 años ancianita, y esta noche “La Fiesta”, hemos invitado a todos los solteros en edad de merecer de la ciudad y… alguno habrá para ti.

- Sabes que no, me he retirado por completo del mercado. Estoy destinada a la soledad- dijo Miriam dramatizando.

- De acuerdo, de acuerdo a más tocamos las demás.

- Aparcaron el coche frente al restaurante y entraron entre risas y bromas, mientras esperaban a que la maître las acomodara Miriam se quedó paralizada: allí al fondo del salón creyó ver a Juan. Pero, no podía ser él, estaba de espaldas y no le veía bien sentado con otro joven y enfrascados en una animada conversación.No sabía si era o no, pero no iba a quedarse allí para averiguarlo.

- Pero, ¿Dónde vas Miriam? Espera un momento, ¿Qué te ocurre?

- Lo siento chicas, será mejor que cambiemos de restaurante, he visto a alguien que podría amargarme el día.

- Pero, ¿Quién es? Un chico, algún lío, vamos Miriam no nos tengas así…
Y entre preguntas y protestas salieron del restaurante.

El día transcurrió rápido y sin más percances, aunque Miriam no se sentía del todo tranquila.
Pero, eso cambio cuando llego a casa y se encontró con toda su gente en la fiesta.
La juerga se prolongo hasta bien entrada la noche y no volvió acordarse del incidente del restaurante. Durmió lo que quedaba de noche de un tiran y fue al trabajo feliz pasando un día tranquilo. Por la noche había quedado con las chicas para cotillear de la fiesta, ya que había muchas cosas que contar porque más de una salio con compañía. Y cuando quisieron darse cuenta era tardísimo:
- Bueno, mañana quedamos en casa de Aroa para seguir con esto..- dijo mientras se despedía en la puerta.
- ¿Podemos llevar compañía?
- De eso nada , solo chicas si no como vamos a reírnos de ellos?

- Vale, vale, hasta mañana- dijo despidiéndose de todas.

No la apetecía recoger, así que decidió ir directamente a la cama, pero llamaron a la puerta:

- Y ahora ¿qué se os ha olvidado?- dijo abriendo la puerta y encontrándose frente a su peor pesadilla.

- Hola Miriam, que gusto me da verte.- dijo Juan entrando y cerrando la puerta tras de sí.

- ¿¡Tu?! Pero, pero, me prometiste que…que…no- balbuceaba ella mientras retrocedía.

- Que no ¿Qué?, ¿qué no te volvería a buscar? ¿Y no lo he cumplido? El pacto lo has roto tú, fuiste tú la que me vio en el restaurante y preferiste huir a cumplir tu promesa.

- De acuerdo, tranquilicémonos. Yo no puedo desaparecer de nuevo, sigo teniendo miedo de ti, me despierto por las noches aterrorizada…

- De ahora en adelante, yo estaré a tu lado para abrazarte – dijo sacando una jeringuilla del abrigo - ¿será esto necesario?

- Juan, por favor, no ha cambiado nada desde la ultima vez – dijo intentando alejarse de él – no puedes hacerlo, no puedes hacerme esto otra vez.

- He cambiado, cumplí mi promesa, no habido ninguna chica más y ya es hora de que cumplas tu parte – dijo cogiéndola del brazo y atrayéndola hacia él.

Miriam intentó soltarse, escapar pero fue inútil, también intento gritar pero Juan cubrió su boca con sus labios.

- Bienvenida a tu nueva vida – sentenció cogiéndola en brazos

– Te quiero – eso fue lo último que escucho antes de desvanecerse.

Todo volvía a empezar.

FIN

martes, 5 de febrero de 2008

Secuestra III y IV (II parte)

Pues les tengo una super noticia....vagabundiando por el maravilloso mundo de internet...se me dió por ver si habian subido la historia de Secuestrada((si la habian terminado...)) y pues adivinen que??...ESTABA!!...sii!....Grite como loca..pero no importa....((esq el final no me gusto T_T))....esto no es el final..jaja...Bueno ahi va::

*Nota: Si kieres leer el comienzo de la historia..clickea
aquí

SECUESTRADA III

- Por favor tiene que ayudarme, tiene que llevarme a la policía, un tipo me ha secuestrado, por favor ayud….

Pero el conductor no iba hacer eso, todo lo contrario…Juan bajo rápidamente del coche, pero ella consiguió ser mas rápida y corrió carretera adelante seguida de cerca por él.

- Miriam no lo vas a conseguir, no podrás huir de mi – pero ella seguía corriendo y corriendo hasta que vio aparecer unas luces a lo lejos….

Dios estaba salvada, venía un coche… siguió corriendo con mas fuerza, pero cuando ya se sentía casi a salvo Juan se abalanzo sobre ella y rodaron los dos por la pendiente de la cuneta.; el coche se detuvo arriba y alguien salio intentando atisbar en la oscuridad lo que creía haber visto. Miriam intento llamar su atención pero Juan no se lo permitió, la tenía inmovilizada bajo su cuerpo, era demasiado fuerte para poder con él, después de unos interminables segundos el coche desapareció y él la libero de su peso.

- ¿Dónde ibas?- le increpó levantándola del suelo

- Suéltame, solo quería ir a casa, déjame – le gritaba forcejeando.

- Cuando vas a entenderlo, no vas a ir a ninguna parte. Mírate estas temblando vas a coger una pulmonía – dijo abrazándola para hacerla entrar en calor, entonces Miriam vio su oportunidad y le propino un rodillazo en sus partes que le hizo soltarla y doblarse, pero se recupero antes de lo previsto y cuando iba a escapar él la inmovilizo sujetándola fuertemente con ambos brazos a la espalda y tan cerca de él que sus respiraciones se entremezclaban, ella apenas tocaba el suelo de puntillas.

- ¿Por qué has hecho eso?- le dijo jadeando por el dolor

- Quiero irme. Suéltame – contesto mientras le resbalaban lagrimas de rabia por las mejillas.Pero él pareció no oírla, se quedo mirándola con ojos encendidos por el deseo.

- Con que eso es lo que quieres ¿No?, pues hazlo de una vez y déjame.Juan la beso salvajemente.

- Aun no, no hasta que tu me lo supliques. Conseguiré que te enamores de mi, ya lo veras.Después le ato las manos a la espalda y la llevó casi arrastras hasta el coche, porque ella no dejaba de revolverse.

- Vamos Miriam tranquilita, tómatelo como unas vacaciones, cuanto más luches más tiempo estarás en esta situación.

- Pero como puedes decir eso, estas loco.- dijo enfrentándole – Me retienes en contra de mi voluntad, me amenazas de muerte y encima pretendes obligarme a enamorarme de ti… por favor despierta de una, esto es un SECUESTRO.

- Estas un poco alterada, sera mejor que te lleve a casa y descanses.

- ¿Alterada, alterada?!! Lo que estoy es aterrorizada. Nunca podré enamorarme de ti. NUNCA!!Juan no lo podía soportar, escucharla decir esas palabras le arañaban las entrañas… y eso le llevo a sujetarla de nuevo por el cuello.

- No digas eso jamás, me oyes, no lo digas nunca jamás!- le susurro al oído con una voz profunda llena de ira.Pero la aterrorizada mirada de Miriam le hizo soltarla.

- Será mejor que duermas un poco, mañana veras las cosas de forma distinta – y diciendo esto saco de la guantera u pañuelo y un frasco que Miriam reconoció enseguida.

- No, no por favor, no quiero dormir, no…- pero fue inútil luchar y en cuanto el pañuelo le toco la cara cayo en un agitado sueño.

Cuando despertó volvía a ser de día, como siguiera así acabaría adicta al cloroformo. No había ruido en la casa, pero la puerta de la habitación esta vez no estaba cerrada; salio de ella un poco mareada y con nauseas, seguía sin escuchar nada..

- Vale, pues al baño, al ventanuco y a ver al perro de nuevo – pero al subir las escaleras noto como una arcada la obligaba a correr para llegar al baño y vomitar, tenía frío y todo su cuerpo se estremecía, eso duro unos segundos y poco a poco se le fue pasando, de todas formas tampoco podía vomitar mucho, hacia mas de 24 h que no probaba bocado.

- Lo siento…- Juan estaba detrás de ella y con tan solo una toallita sobre su cuerpo mojado – si no fueras tan testaruda.

Sin duda esta bueno, si que lo esta… pero que estoy pensando, debe ser efecto del cloroformo – pero otra nausea la saco de sus pensamientos.

- Será mejor que te tumbes - se acerco a ella e intento cogerla para ayudarla

- No me toques - le aparto, pero un mareo la dejo sin fuerzas y las piernas se negaron a sostenerla… iba a caer pero él la sujeto.

- Vamos no seas cabezota, dejare que te ayude – y la bajo para tumbarla en el sofá - te voy a preparar un buen desayuno, veras con en cuanto comas algo te sientes mejor.

No tenía ganas, ni fuerzas para discutir, así pues se dejo cuidar.Juan se puso un jersey negro de cuello alto y unos vaqueros - la verdad es que no esta nada, nada mal… eso no puede estar pasando deben ser los efectos del dichoso cloroformo.Le preparo un café, tostadas y un zumo de naranja…

- Mantequilla salda ¡¡!! – se sorprendió.- Es la que te gusta, ¿no?

- Si, pero..

- Llevo mucho tiempo observándote, sé que no te gustan los champiñones, ni los guisantes; no soportas la leche entera, tu colonia es Nennuco y te gusta Opium para hombre, ¿Me equivoco?

- No, en nada; pero como has llegado a saber tanto de mí

- Llevo siguiéndote varios meses, te conozco mejor que tu: ese pelo negro y rizado, la forma que tienes de morderte el labio o tocarte la cadena cuando estas nerviosa…- intento acariciarle la mejilla pro Miriam se aparto recelosa.

- Tranquila, no voy hacerte nada…come.- dijo apartándose un poco.Ella le hizo caso y se lo comió todo, y parecía que funcionaba ya se sentía mejor.

- Te estas recuperando, ya veo que vuelve el color a tus mejillas. Ahora te voy a pedir una favor

- ¿Cuál? - pregunto ella recelosa

- Dame tiempo

- Pero como quieres que te de tiempo!!!, por favor entiende que lo que estas haciendo esta mal. Si querías salir conmigo me hubieras invitado a cenar, a salir, al cine, yo que se pero no así- dice levantándose airada.

- ¿Tú hubieras aceptado? Vamos, sé sincera. ¿Cuánto hace que no sales con un chico? ¿Cuánto hace que no das oportunidad a alguien como yo para conocerte…? – se levanta y la sigue por el salón.

- Eso no es cierto, si me lo hubieras pedido puede que te hubiera ido mejor, de esta forma no vas a conseguir nada – Miriam se sentía furiosa con él, pero no quería reconocer que tenía toda la razón.

- Crees que no es verdad? Por favor no intentes engañarme, cualquier hombre que ha intentado acercarse a ti, se ha dado de bruces con ese muro de piedra detrás del que te escondes.

- Intentas justificar lo que estas haciendo, pero no tiene justificación. Esto vuelvo a repetirte es un SECUESTRO, me estas reteniendo en contra de mi voluntad y así nunca podré enamorarme de ti.- Eso no es cierto, esto es lo más cerca que has estado de una relación en mucho tiempo y es porque te has vuelto una cobarde , te da miedo afrontar cualquier relación. Pero yo aquí voy a obligarte hacerlo, no vas a tener más remedio que afrontarla.

- Pero a ti quien te ha pedido que me salves de mí misma?- dijo empujándole furiosa – me gusta como soy y quiero seguir así.

- Así ¿cómo? ¿Siendo una solitaria amargada toda tu vida??, ¿eso es lo que quieres?- dice sujetándola por los hombros para obligarla a mirarle.

- Tengo familia, amigos y nunca me he sentido sola, ni he echado de menos a un hombre. ¿No te has parao a pensar que si soy así, mis razones tendré?.- dijo ella soltándose- De acuerdo, de acuerdo. Eso no nos lleva a ningún sitio. Si piensas que realmente no podrás enamorarte de mí, sal por esa puerta ahora.Miriam le miró estupefacta.

- Vamos, puedes salir, esta abierta…o quizás… hayas comenzado a sentir algo – dijo acariciándola el cuello.Miriam corrió hacia la puerta como alma que lleva el demonio, pero Juan no iba a dejarla escapar tan fácilmente; así cuando llegó y tiró de ella comprobó que estaba cerrada. Frenética tiró y tiró del pomo pero no consiguió nada, entonces oyó a Juan reírse a sus espaldas y la furia la dominó por completo lanzándose contra él como un torbellino.

- Eres un hijo de puta, como puedes jugar así conmigo – decía mientras le pegaba y luchaba por arañarle. Quería matarle y él no dejaba de reírse…Cuando se canso la inmovilizó contra su cuerpo y la beso apasionadamente. Ella no dejaba de revolverse bajo sus aprisionadores brazos.- Vamos cariño estate quieta, con esto lo único que haces es impacientarme.- dijo divertido- No seas cerdo. Suéltame.

- ¿Por qué, acaso no me deseas?- dijo intentando besarla de nuevo.

- Suéltame de una vez- Contéstame ¿No me deseas? ¿No te gusta mi cuerpo?

- No, solo quiero que me sueltes Ya!!

- Vamos, estas temblando y he visto tu mirada en el baño, me deseas tanto como yo a ti.- y volvió a besarla

- No, no..- grito ella forcejeando asustada

– ¿Es que no puedes pensar que tiemblo porque te tengo miedo y que se que esto no funcionara por esa misma razón?Juan la tiró de nuevo contra el sofá.

- No digas eso…- El cambio fue radical y ahora estaba realmente furioso.

- Pero es cierto – dijo Miriam calmándose e intentando razonar con él - no podré nunca enamorarme de ti porque te tengo miedo y una relación no puede basarse en el temor que yo siento, ¿lo entiendes?

- Te he dicho que no quiero oír eso – su voz era gélida y cortante.

- Lo siento pero vas a tener que afrontar que nunca seré tuya.

- No - gritó levantando la mano para abofetearla, pero al ver su aterrorizada mirada se contuvo y salió de la casa cerrando con llave.Miriam corrió hacia la puerta hecha un mar de lagrimas, aporreo, pateó y tiró de la puerta, pero todo fue inútil…al final se quedo encerrada, sola y llorando. Ese maldito capullo la habia dejado sola… no se entendía a si misma, no quería