jueves, 15 de noviembre de 2007

Capitulo II..Corregido

~ Para algunos, la existencia es un misterio imposible de conocer. Nadie sabe porqué esta en el mundo, por qué es como es y no de otra manera… La verdad de la existencia, está en cada uno de nosotros… somos libres de elegir entre una vida normal basada en el realismo y un sueño eterno que es y sería ideal…

El mundo, como lo conocemos, se cierne siempre bajo una dualidad constante, es decir, no existe algo sin que exista su contrario, así tenemos la luz y la oscuridad, lo blanco y lo negro, el hombre y la mujer y otros…
Pero para mí, el mundo se basa solo en dos dogmas: el bien y el mal… existen dos clases de seres, a los que tengo que proteger: los buenos y malos, especialmente a los seres de mal corazón son a los que tengo que vigilar más, pues son ellos lo que cometen más errores…esa es mi misión, nuestra misión (la de los seres como yo), proteger a la humanidad y tratar de cuidarlos de nuestros mayores enemigos, a los que ellos llaman “demonios”… Pero, ¿qué soy?, la humanidad le ha puesto a los seres como yo el nombre de ángeles, pues somos los guardianes de la existencia humaba, la verdad es otra y nuestro nombre real es algo que solo nosotros conocemos. Mi vida no es completa pues de día soy alguien y de noche soy otra clase de ser… pero no la cuestiono, sólo la acepto; tampoco cuestiono mi misión, solo me encargo de cumplirla…

Era jueves, pasadas las 21 horas y hacia 20 minutos, que recibí el mensaje encargándome, mi nueva misión: vigilar a un conocido y temido demonio…
Y ahora que ya la sabía tendría que ponerme en marcha, nunca había fallado en alguna misión, por mas difícil que esta fuere y esta no seria la excepción. Entonces, me puse en camino, tenia que llegar a París en dos horas para intentar alcanzar a mi objetivo. En lo personal, no me importa “cuidar” a un demonio, ya lo he hecho anteriormente, sólo que esta vez fue diferente, cuando vi su retrato en su expediente sentí algo extraño…no sé que fue… que es…
Así, llegué a París, no fue difícil encontrarlo, los demonios siempre acuden a los mismos lugares. Pude encontrarlo en una de sus calles favoritas, caminando, ahora ya eran mas de las 23 horas, yo estaba a pocos metros de él, con la sensación de estar descubierta… Estaba preparado para la huida, pues podía asegurar que me iba a atacar, pero algo me contuvo… Estaba escuchando aquellas campanitas que me indicaban que alguien estaba en peligro de muerte, estaba cerca… “el también lo sintió”, pensé al ver como todo el entorno y él cambiaban a mi alrededor; pero yo no tenía tiempo para el…tenía que buscar a su próxima víctima y evitar el suceso…pero, pero…no podía dejar de verlo, no podía, había algo en el que me dejaba completamente inmóvil…
Trascurrieron unos segundos, máximo siete… que ciertamente para mí fueron unos largos minutos, donde yo pude ver en toda su plenitud, la perfecta transformación de un demonio de alto rango.
Me bastó solo parpadear para despertar de ese estado hipnótico, él ya no estaba ahí. Suspiré y con resignación y enojo hacia mi misma, volé hacia el lugar donde seguro el se encontraba.

Cuando llegué, encontré a varios de mis compañeros retirándose, él había encontrado a su víctima, y no había caso pelear, según ellos. Busqué el origen de todo, era una mujer atrapada en su Porsche rojo, y él estaba a su lado aspirando lo poco que le quedaba de vida… Yo no podía permitir aquello, así que me acerqué rápidamente, estando conciente que estaba sola, todos mis compañeros se habían retirado ya; cuando llegué, lo separé de aquella mujer y el me gritó que lo dejara hacer su trabajo… Quería responderle, hablarle, pero mis labios no se movían, ¡no respondían!...y solo atiné a lanzarlo deliberadamente lejos, como una reacción típica en estos casos. Rápidamente me decidí a ayudarla, por esa fracción de segundos, no me importó él, sólo pensaba en la vida de aquella mujer a la cuál debía salvar… Me acerqué a ella y con un suspiro le devolví lo poco que le quedaba de vida, pude ver como el color el regresaba a las mejillas y me sentí alegre…solo me faltaba besarla y él ya no podría hacerle daño en un largo lapso de tiempo… y, me acordé nuevamente de él, cuando regresé a verlo, lo vi lejos, estaba marchándose del lugar…
Con resignación y enojo hacia mi, decidí terminar todo, pero algo había salido mal, los paramédicos ya estaban auxiliándola y yo ya no podía hacer nada. Sabía que acercarme más a ese lugar, era descubrirme…así que con todo el dolor de mi corazón y sintiéndome por primera vez fracasada, me retiré del lugar, me sentía completamente tonta…me había preocupado demasiado por él y ahora no sabía si ella, si aquella mujer estaba en peligro…
Decidí calmarme, no resolvía el problema lamentándome y llorando, tendría que volver a buscarla a ella y a él… “Iré a descansar, ya pronto amanecerá”, me dije excusándome…
Oculté mis alas, y caminé lentamente, quería pensar…

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