Esta es de una niniah que conozco por un foro:: www.horrocrux.com/foros ...
Su historia/fan fic se llama:: 'Cuando la grapadora dejó de funcionar con grapas'
Mi compañero me trajo una grapadora nueva. La mía, la que había usado durante meses, se había roto. La nueva era pequeña y de color verde.
-¿Y las grapas? -pregunté mirando alrededor
-Va sin grapas -respondió mi compañero
-¿Sin grapas?-Sí, va a presión.
Ese día dejé mi casa. Me independicé. Y dejé a Berta. La llamé por la mañana porque pensaba que no estaría, y no estaba, pero la muy inoportuna había desconectado el contestador automático por lo que, después de escuchar por enésima vez aquel exasperante 'piiiip piiiiip', colgué. La llamé por la noche, sí estaba. Le dije que quería dejarlo y ella me dijo que estaba de acuerdo, que le parecía bien. Luego me espetó que estaba siendo injusto y desagradecido con ella y que no quería dejarlo así como así. La verdad, después de tanto tiempo, seguía costándome Dios y ayuda entenderla. Al final creo que me dejó ella a mí por injusto y desagradecido, pero bueno, el caso es que dejé de ser su novio en cuanto colgué el teléfono. Y entonces me sentí libre y tuve miedo. Las grapadoras funcionan con grapas, es lo natural. A lo natural no hay que ponerle trabas, las cosas son así, las grapadoras funcionan con grapas. No pueden no funcionar con grapas, eso son inventos que no funcionan. Las cosas de toda la vida no se pueden cambiar.
Las grapadoras funcionan con grapas, es imposible darle la vuelta a una botella llena de líquido y sin tapón y pretender que el líquido no se salga. Las ventanas deberían poder abrirse y cerrarse, pues son una vía de escape. Ahora las hay que siempre están cerradas y sólo imaginármelo me ahogo. Los teléfonos tienen botones, y los televisores. Romeo y Julieta se querían. En realidad, es inconcebible que no se quisieran, si ahora algún crítico se atreviera a decir algo así le cortarían la cabeza en rodajas y adornarían el plato con salsa de tomate. Romeo y Julieta se querían, si no se hubieran querido no hubieran muerto por amor, así son las cosas. Berta y yo nos queríamos, nos quisimos en algún momento, pero un día pudimos llegar a funcionar sin grapas, como la grapadora. Pero estas cosas ya he dicho que son antinaturales. Las grapadoras no pueden funcionar sin grapas, nunca unirán los folios de verdad, es imposible. Una grapadora sin grapas nunca va a funcionar bien. Las parejas no pueden funcionar sin amor. La vida, la vida de verdad, el vivir, no fluye sin el tiempo y las ganas. A mí el reloj se me había parado durante un tiempo, pero decidí darle cuerda y allí estaba yo, tambaleándome en mi inseguridad y desconcierto y viviendo, viviendo, viviendo.
Por Airin Lestrange
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