martes, 21 de agosto de 2007

Daniela y El Muchacho del espejo II parte

Bueno, aquí la continuación de la primera parte...




.:Daniela y El Muchacho del espejo:.




Ahora, Celeste sabía de donde parecía conocerlo. Kaitt, era el nombre del osito de felpa que le había regalado Sebástian a Daniela por su cumpleaños del año anterior, y Sebastián era el novio de Daniela, que murió el día después del cumpleaños anterior de ésta. Ella había pensado que Daniela ya había superado eso, pero no lo podía creer… parecía que aún lo recordaba y se podía demostrar pues, ella estaba hablando con Kaitt, una copia de lo que era Sebástian, ¿y cómo era él? Pues no es tan fácil describirlo, Sebastián era el chico mas popular de la escuela, estaba rodeado de mil chicas que no lo dejaban tranquilo, pero él solo tenía ojos para Daniela, desde el primer momento en que la vio, parecía haberse enamorado profunda e intensamente de ella. Tenía el cabello negro y corto, unos ojos negros también, pero de un negro más oscuro, mas profundo, tenía una mirada peculiar, era de ese tipo de miradas que parecen rayos X, esas que te pueden ver hasta el mas oscuro secreto; era alto, delgado y se podía dibujar un contorno plateado alrededor de él, algunas personas decían que era su aura. Para mí tenía unos gustos extraños... No todos los niños de su edad se visten de negro con casacas de cuero a los años 70s, era algo inusual, pero a Daniela le gustaba así, ella le había confesado Sebastián que también le gustaba, pero no porque popular, le gustaba por su mirada, su manera de ser, la manera que la protegía y que siempre estaba allí, cuando mas lo necesitaba. El día de su muerte, Daniela lloró y sufrió mucho, fue la última en quedarse en el cementerio, hasta los familiares de Sebástian se fueron antes que ella… ¿tanto lo quiere?, se cuestionaba asimismo Celeste.

-Daniela, tengo que hablar contigo, y es urgente
-Que te parece mas tarde-le respondió de mala gana
-No tiene que ser ahora, si quieres el también puede escuchar, pus él también tiene que ver con lo que te voy a decir
-Por favor…
-Daniela, mírame-se acercó a ella- ¡¡tienes que despertar!!, tienes que darte cuenta, de que esto es el producto de tus sueños y tus deseos, nada de esto existe…¡¡Nada!! Hasta Kaitt, no existe!...estamos dentro de un mundo creado por ti, para escapar de tus problemas
-Puedes explicarte mejor Celeste-le dijo Daniela, pareciendo saber de lo que le estaba diciendo y tratando de recordar.
-Cuando me contaste del espejo, y no vi nada, no pensé que estabas loca, pensé que estabas un poco confundida y aturdida, y hasta podría decirse mal o dañada por la separación de tus padres, que pensé que estabas imaginando, pero me acordé que tu nunca mientes, ni haces bromas, ni aún en estado de chock lo haces, en lugar de eso, te empeoras y eres la “Señora de la Verdad”. En fin, averigüé sobre lo que me comentaste y descubrí algo terrible… Ese espejo que encontraste que tu “Kaitt” dejó apropósito para ti, en la puerta de tu casa, es un espejo maldecido en la edad media, según lo que he investigado, este espejo te muestra y te transporta a un mundo donde todos tus sueños se hacen realidad…
-Pero, ¿qué tiene de malo eso?-le preguntó Daniela
-Que hace que creas en ese mundo, que te cierra los ojos a la verdad, que no permite la vida normal a una chica joven como tú. Etc..etc..
-Daniela, tienes que darte cuenta, todo este mundo, incluyendo a Kaitt, ha sido creado por ti, por tus temores, por tus deseos y todo por algo de ti que haz ido dejando en este espejo, le vas restando y eso provoca que estés mal débil a cualquier enfermedad mortal o no.
-Te puedo creer por todo, porque en eso si soy conciente y yo ayudé para que siga creciendo este mundo…pero lo que no puedo creer es que también digas lo mismo de Kaitt, él si existe!
-Haber Daniela, si Kaitt te quiere y te conoce, pregúntale, ¿cuándo es tu cumpleaños?
Daniela hizo esto y al darse cuenta que no sabía la respuesta, se le cayó la venda de los ojos, casi llora, pero no quería hacerlo, no le gustaba mostrar su debilidad hacia los demás. “Llorar es signo de debilidad”, se había dicho siempre cuando estaba en problemas y la estaban regañando. Miró a Celeste a los ojos, como pidiéndole ayuda, ella le hizo señas para que regresaran a su casa, pero ya era demasiado tarde, Kaitt ya se había dado cuenta de aquello y había cambiado a su verdadera forma, que no tenía nada que ver con Kaitt, Sebastián o cualquier otro chico, mas tenía aspecto humano, auque todos sabíamos que no lo era.

Ellas corrieron, lo más rápido que pudieron, y llegaron a casa, mientras subían los escalones para llegar a la habitación de Daniela, Kaitt venia por atrás tratando de detenerlas o atraparlas o no sabían que quería hacerles, pero tampoco se iban a dejar atrapar para saberlo. Estaban a punto de cruzar el espejo, cuando Kaitt entró a la habitación…
Ellas estaban escondidas, él podía saberlo…las quería encontrar y no quería hacerles daño. Ahora se sentía confundido, no sabía que hacer, decirle la verdad borrando el pasado y arruinando los momentos futuros que podría pasar con ella... ¿la estaba queriendo? Nunca había sentido algo así…
Mientras caminaba hasta donde se encontraban, recordaba aquel momento cuando se conocieron, un inolvidable día…al menos para él.
Era de noche, una noche de luna llena, una hermosa luna llena. Él estaba paseando, le encantan las noches con lunas llenas y que mejor para disfrutarlo que con una caminata…allí estaba ella, sentada en una banca del parque recientemente inaugurado por ella. En ese momento no sabía quien era, solo sabía que era algo especial, pudo sentir así a lo lejos, algo extraño en sus ojos, “ella es diferente” se dijo en ese momento.
Ella estaba muy triste, lloraba, el se acercó como imán al metal, no podía parar algo que estaba dentro de su ser, aun así el no quisiera. En fin, allí estaba parado, frente a ella, tenía la forma de un pequeño gatito. Ahora, al estar mas cerca, el sabía que ella necesitaba algo, sabía que ella lo necesitaba, pues lo cargó y lo colocó en su regazo. “Eres tan lindo” le había dicho, mientras acariciaba su suave pelaje, y lo abrazaba
Ahora, ya no era un gatito, ahora era un lindo osito de felpa, pequeño y abrasable. “Yo te quería…mentira…., se corrigió, yo te quiero”, le había dicho. “Era tan bueno, tan lindo, tan tierno”, mientras él podía ver como una lágrima caía por su mejilla, sentía ganas de abrasarla, de contarle su historia, pero no podía, no podía mientras ella no quisiese.
Lo dejó al lado de la banca. “Me gustaría tanto”… había dicho, eso era todo, era la palabra clave. Al instante, el osito de peluche, era un niño de ojos profundos. No le dijo nada, solo se acercó lentamente, ella pareciera que no hubiera notado su presencia y la abrazó apasionadamente, haciéndola sentir según su criterio: segura--- Después el tiempo se encargó de todo.
Pero ahora, él estaba yendo a buscarla aún sin saber que hacer después. El sabía que ella lo necesitaba…y el también había aprendido a necesitarla…
-Sé donde están-gritó-no me hagan sacarlas a la fuerzas, además no quería hacerles daño
Daniela salió y jaló a Celeste con ella
-Muy bien, hablemos-le dijo Celeste de muy mala gana
Daniela se dio cuenta que eso estaba empezando a irritar a Celeste, y eso le atemorizaba, pues Cueste siempre reacciona mal a todo.
-Kaitt por favor, dime la verdad, por favor, si me quieres dime la verdad…
-Daniela-mirándola los ojos tierna y analíticamente- yo no tengo que decirte algo que siempre has sabido, tú te metiste en esto siendo conciente de todo lo que este conllevaba…
-Nada más le dirás –completamente irritada y molesta
-Daniela-continúo Kaitt, sin importarle lo dicho por Celeste- yo, antes de conocerte, era la nada en sí, no existía, no merezco ser llamado fantasma o sombra, ni mucho menos viento o brisa , pues estás cosas son lo que son, la sombra es sombra y el viento es viento, era la nada.... hasta que te conocí y en ese instante que te abracé pude sentirme por primera vez en mi larga existencia completamente lleno, no puedo explicar esto con palabras, aunque sé que tu también lo sentiste y sé que me correspondes…Contigo yo aprendí a querer, aprendí a recitar poemas, aprendí a soñar con ángeles, aprendí a volar por el cielo, aprendí… a conjugar el verbo amar…
-Yo…- susurró Daniela intentando contestar
-Ustedes son imposibles-interrumpió Celeste-Especialmente tú!-señalando a Kaitt-no lo puedo creer – gritó llegando al límite de lo que podía soportar…
Celeste no calmó su ira, sus ojos se volvieron en blanco, no parecía reaccionar…
Este fue, se puede decir, el momento crucial de la historia, Celeste estaba perturbada, casi histérica y comenzó a golpear todo a su paso, golpeó el armario, golpeó la pared y… golpeó el espejo…El cual cayó al suelo precipitando las cosas, de una manera rápida.
-Nooo- gritó Daniela llorando y desperada
Kaitt esta desapareciendo, poco a poco, se desvanecía, y no sabía que hacer para remediarlo
-¡No! ¡Kaitt! ¡Nooo!- gritó Daniela- ¡Celeste que hiciste! –le vociferó
Daniela se dirigió a Kaitt y la abrazó muy fuerte. Podía sentir que se estaba desvaneciendo
-Daniela –susurró Kaitt –Yo…
-No importa Kaitt-respondió Daniela- No me importa nada, solo tu, no quiero que te vayas, ¡No quiero que te vayas! ¡No me dejes sola!¡Todos me dejan sola!
Kaitt no sabía que hacer, ni que pensar…solo atinó a decir
-Yo te quiero, Daniela- le dijo y desapareció
-Yo también te quiero Kaitt- le respondió tardíamente.
Entonces, Daniela rompió en llanto…
-Daniela, si te consuela saber, sé de una forma para que él pueda volver
-No, no importa Celeste, ya aprendí la lección, no voy a volver a enamorarme de nadie. Odio el amor-sollozó
Celeste no le hizo caso, se acercó al lado más grade del espejo, provocó un corte en su mano derecha mientras dejaba fluir la sangre…
-Daniela, el espejo ya no será un problema para ti, ni para nadie-dijo Celeste en voz alta con la voz quebrada
Pidió un deseo con el fondo de su corazón… Ahora ya no podía detener nada, la hemorragia se incrementaba y…
De repente Daniela oyó un fuerte sonido a su lado, Celeste había caído, pálida, demasiado pálida, casi helada, muy fría, parecía… muerta.
-¿Ahora tú?-gritó Daniela desesperada, pérdida, caída, derrotada.
-No te preocupes, todo estará bien- le dijo Celeste tratando de darle un pequeño fulgor de esperanza-Mira, señalo atrás de ella
Celeste cerró los ojos, desapareció de este melancólico mundo y fue a dar a otro mucho mejor, llamado vida…
Daniela suspiró, no dio la vuelta, pues ya imaginaba que, o mejor dicho quién estaba atrás de ella, se quedó allí en el suelo, junto a Celeste, como muestra de su dolor, no habló, ¿qué tendría que decir?¿Tendría que hacerlo?. Empezó a llorar lentamente, a verter en sus lágrimas todos los momentos alegres que había pasado con su única mejor amiga, ¿ahora, que sería de ella?
“Estoy, sola nuevamente” se dijo así misma, mientras seguía llorando.
Él se acercó lentamente, sin hablar, sin suspirar, sin sentir, no sabía que estaba haciendo, solo seguía a sus instintos. Al llegar se colocó junto a ella, y la abrazó, la abrazó tan fuerte como la primera vez, la abrazó lentamente, la abrazó sin decir nada, demostrando que no es necesario hablar para amar.
-Fue una gran amiga, una verdadera amiga-le dijo a Daniela-no te preocupes, como ella decía
-Todo estará bien- respondió Daniela- y no, no era una gran amiga… -cayo un momento como para reflexionar lo que iba a decir – es una gran amiga-dijo. Gracias por todo-le dijo a Celeste.
Kaitt abrazó más fuerte a Daniela, y ella a él. Estuvieron allí un buen rato, no puedo precisar cuánto porque no lo sé realmente, ni menos puedo decir que pasó después pues, esa es otra historia…




PDT: Sorry por las faltas en la ortografía y en la puntuación

"También quería agradecer a las colaborados para que este cuento existiese..Agradezco a Melissa B, Melisa R, Jennifer A, Angela LP y Rossina P [xq sino me pegan =S]
*Escuchando: Gothic
Christmas*

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