martes, 16 de noviembre de 2010

Darks - Historia general.

“De vuestros destinos nunca deberíais
decir a los hombres,
lo que los dos Aesir hicisteis en el pasado,
lo pasado sea pasado.”


La historia de la humanidad no debe ser manchada con sus verdaderos nombres. Demasiado ha sido ya objeto del escarnio, del horror, del odio de esta estirpe; un trato injusto y el andar de los años los separaron y los alejaron de su país de origen, y ahora, no hay más lugar en la tierra para ellos. Si en algún momento fueron llamados raza de visionarios, el día que firmaron el trato con lo desconocido, dejaron de serla. Y quedaron malditos y se callaron.
Provienen de una raza notable por la fuerza de la imaginación y el ardor de las pasiones, siendo su único modo de vida el de brindar sabiduría y guiar a la humanidad; siempre estarán allí, aún en el día que ya nadie lo solicite.
Entonces, cada cierto tiempo descienden del Nylfheim, como mensajeros, hijos de Caín, en busca de débiles almas que los necesiten, proponiéndoles protección y ciencia, a cambio de que en el fin de sus días, aquel espíritu servido no vaya ni al cielo, ni al infierno. A cambio de que, al morir el alma del contratista pase a manos del protector, un Darks.
Aquellos que por desgracia los conocen deben comprender que, en cierta medida, los Darks fueron esclavos de circunstancias que excedían el dominio humano; que el obtener el placer de la eternidad no lo cambiarían por nada.
Andrew, Lavender y Jason Darks medio hermanos de sangre, desde siglos previos a sus nacimientos fueron predestinados y al nacer, todo mandato predicho fue cumplido al pie de la letra. Separados hasta una edad prudente, perdidos en la riqueza de sus familias adoptivas en la búsqueda de otros como ellos, hasta el Despertar de su espíritu, hasta que el signo fuese visible y los alejase de humanas distracciones y se percatasen del error de sus antecesores; sin embargo siempre disfrutaron su condición al máximo. Aquellos tres nacieron sin la más mínima posibilidad de entrada al regnum caelorum y con la única idea de servirse de su propio conocimiento para enfrentar sus destinos. Fueron marcados en silencio por los Æsir, y todo aquel que ose dignarse a pertenecer a su familia debe aceptar este símbolo como prueba de servicio. Es principio de cualquier Darks aceptar la Ilustración y ser parte de ella, dejando atrás toda incapacidad de decisión propia –incluso, en las profundidades de la desesperación-.
Y así, crecieron gobernándose por su cuenta, entregados a los caprichos más extravagantes y víctimas de las pasiones más incontrolables, conscientes de su aterrador destino. Débiles, asaltados por defectos contrarios a los de ellos, poco pudieron hacer los supuestos apoderados para contener las tendencias que los distinguían. Practicaron la magia desde que tuvieron uso de razón, y gustaron de juegos oscuros siempre con ella. Asistieron a diferentes escuelas de magia, permaneciendo ocultos hasta el final. Sobresalir era demasiado simple, esconderse era todo un juego. Después de todo, ellos sobresalían a su modo, la marca de Caín los exponía siempre y lo mejor de todo, pocos –por no decir solo ellos- lo notaban y los respetaban.
El estigma de Caín fue lo que existió en un principio, y en él se basó la historia de la humanidad. No se trata de una auténtica señal sobre la frente, la vida no suele ser tan tosca, es un signo apenas perceptible, algo inquietante: un poco más de inteligencia y audacia en la mirada, se decía. Aquel ser que poseyese el signo, siempre inspiraría temor, pues la humanidad lo escondió de una forma cómoda y razonable para el resto. La verdad no se explicaba como lo que era, como una distinción, sino, como todo lo contrario; los seres con valor y carácter siempre les ha resultado siniestros a la gente. Más aún, que anduviera suelta una raza de seres audaces e inquietantes resultaba terrible.
Andrew, el primogénito y patriarca actual de la familia Darks, fue criado en la isla de Sicilia (Italia) donde nació; Jason, el hermano del medio, nació en Hamburgo (Alemania); mientras que la pequeña Lavender, dio sus primeros pasos en su tierra natal Cambridgeshire (Inglaterra). Si bien, ninguno nació en la tierra de sus ancestros, el llamado de la sangre los hizo regresar.
Al llegar a cierta edad, el Despertar de su ignorancia y la Iluminación de su existencia, se les fue permitido reunirse nuevamente y asentarse como familia. Se les reveló la verdad y el propósito de su existencia.
Juntos nuevamente, establecieron un nuevo orden de pensamiento: Sapere Aude, pensamiento que imponían a todo aquello con quien tratasen. Pensamiento que cualquier miembro de la familia entendía y practicaba en todo momento, sirviendo de mucha ayuda al momento de cumplir los mandatos de cualquier que se arriesgue a pedir su auxilio. La familia Darks se asentó en Francia, en la que alguna vez fue la mansión Chambord, desde donde esperan fervientemente el llamado de algún incauto que los necesite nuevamente y a quienes les propondrán firmar su contrato, el cual norma siempre lo siguiente: Un Darks prestará su poder, protegiendo al contratista de la muerte hasta que su objetivo sea cumplido. Después de aquello el sirviente tomará el alma humana del deudor haciéndola suya para toda la eternidad.

1 comentario:

Eva dijo...

Oh fascinante! jeje

Tu lo escribiste?