Ya no nos conocemos, ya no nos entendemos,
¿qué pasa?
Nuestro amor como los árboles daba pájaros.
¿Qué está pasando?
El viento del mar desesperado
agita pañuelos de musgo en las esquinas.
Me voy.
Pañuelo de llorar: mejor me voy.
Al atardecer los pájaros también se van,
viajan a las torres buscando picos tiernos.
A los reptiles, yo.
Al fondo del agua a vivir ardiendo.
Porque para esta sed el agua está vacía,
vacía está el agua para mi corazón sediento.
Manuel Scorza
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