lunes, 8 de diciembre de 2008

Sofía se escribe con S XIV

Simón
Simón, su amigo, su nuevo confidente. La nueva persona que iba a estar allí con ella…siempre. Y esta vez el siempre no tendría fin, como debió ser desde un comienzo. O eso pensó Sofía.
Quizá un reemplazo primero, pero quizá después no. No es una contradicción, sólo que así ocurrió.

Sofía se adentró en su mundo, traspasó la barrera entre su realidad y su ficción. Ahí estaba, en su habitación sin importarle el desorden, la oscuridad y el silencio. “Nunca más…”

Hora, 7 p.m. Que ironía, el tiempo pasa más rápido cuando no se está pendiente de él. Son sólo, cosas que pasan…y que no volverán a pasar. Sofía recogió el teléfono, lo conectó y marcó el número… “Simón, perdóname si?. Llámame o no sé, ven. Si puedes…si quieres.” Se preguntaba si estaba haciendo lo correcto, ¿qué estaría haciendo Simón? Tenía apagado el celular y nunca lo tenía así, o al menos para ella… Se habían conocido hace poco, pero él se había hecho querer, la hacía sonreír, olvidar sus problemas, la escuchaba, quizá no la aconsejaba, no la ayudaba mucho o bien, como lo hacía Sebastián, pero él estaba allí, con ella… y lo demás...no importaba.

Sofía, la niña perfecta, un ángel, la que no cometía errores…ella. Tantas cosas que fue, que quería volver a ser. Pero, ya la habían hecho sufrir demasiado y se prometió no volver a querer como aquella vez como alguna vez lo hizo, quizá ese querer fue un error. Todo iba bien, y conoció a Sebastián... Y todo estaba bien, y fueron amigos, mejores amigos, y existió lo que algunos llaman “confianza”. Y se quisieron, y se apoyaron entre ellos. Y hubo problemas… Sebastián cambió, se alejó y apareció Simón….
Y Sofía solo se dejó llevar…

Más tiempo en silencio, en la puerta o dentro, pensando. Espera, tocan. “Pasa”, gritó. Velocidad. Sofía se levanta, busca sus muñequeras, se las pone, se arregla lo mejor posible y sale. Muy rápido...

Vine en cuento escuché tu mensaje, ¿qué pasa?”. Sofía no podía verle a los ojos a Simón, desde que se dio cuenta de lo que hacía, se sentía culpable. Se preguntaba si Sebastián sentía lo mismo… “No pasa nada, simplemente quería verte y estar contigo un rato… Te prometo que esta será la última vez.” Se atrevió a buscarle la mirada. “Siempre dices lo mismo…” ¿Qué hacer? rondaba por la mente de Sofía.

“Simón quiero pedirte perdón, por todo. Por hacerte sentir así, como un juguete, por tratarte así. Sé que soy una mala persona, pero es algo que no puedo evitar. Siempre termino haciéndole daño a los demás. Por favor… perdóname.” ¿Qué mas decir? Era todo, se mordía el labio inferior evitando llorar.

Simón se acercó a Sofía lentamente y la abrazó. ¿Qué pensar? ¿Qué pasa?
“Sabes lo que siento por Sebastián, pero también sabes lo que siento por ti… Yo te quiero Simón…”

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