jueves, 15 de octubre de 2009

Sofía se escribe con S XIX

Ser

“Ser o, no ser. Esa es la cuestión:
Si es más noble para el alma soportar
las flechas y pedradas de la áspera Fortuna
o armarse contra un mar de adversidades
y darles fin en el encuentro. Morir: dormir,
nada más…” William Shakespeare.


Uno frente al otro, miradas distantes, vacías… Temor por lo desconocido. Siempre intentaron pensar igual, siempre intentaron ser -y aunque a veces no se pudiera-, estar, para el otro. Porque… Cada quien usa la imaginación como mejor le parezca, y aunque por más que se intente no todo se logra con la mente. Siempre queda un vacío.

Ohh, pero no debes estar triste, Susana, no me gusta verte así. Yo quiero verte feliz, riéndote de todo… ¿si? ¿Vendrás conmigo a la convención, verdad? “.Nunca pensó oír de sus labios decir aquello, nunca se lo había dicho a ella… Estaba Sofía, tras la puerta, contenía las lágrimas mientras el vacío de su corazón aumentaba; apretaba los puños de tal forma que parecía que sus uñas se clavarían en la palma de sus manos. Esperó a que él terminase la llamada para relajarse un poco, suspiró un par de veces, giró la llave y entró. “-Listo Sebas, ¿con quién hablabas? –Con Susana, pero no le des importancia, ¿vamos? -…Vamos.” Caminaba grogui por las calles, tomando del brazo a Sebastián, respondiéndole acertadamente, fingiendo- como siempre- estar bien; mientras en su mente aún se procesaba “Quiero que seas feliz, no me gusta verte triste"…

Desde aquel día todo había cambiado para Sebastián, la extrañaba demasiado. Sin ella, su mundo estaba realmente vacío, su memoria ¡Oh!, cuánto detestaba a su memoria. Ellos pudieron haber vivido hace 12000 años, pudieron haberse querido y aun así, aunque viviesen unos 8 000 años más, no la recordaría. Había dejado de sentir, era ahora una máscara tras otra, lo había perdido todo.
Nada nunca más sería como antes. No había sido escrito. No eran después de todos los amigos inseparables que alguna vez Sofía pensó que serían.

“-Extraño tanto como era antes -¿Cómo era antes? –Cuando tan solo me bastaba escucharte, para ser feliz. ¿Por qué nunca te diste cuenta que con una sola palabra tuya mi mundo… cambiaba? –Lo siento.
” Y hablaban, de todos modos no importaba. Tocan el tema una y otra, y otra vez. Ya no eran amigos… o bueno, si lo eran; pero ya nada era igual. Aunque a veces jugaban a serlo de nuevo y se hablaban como antes, y se miraban como antes… ¡Hasta sonreían como antes! Y andaban y jugaban juntos, mas en el ambiente reinaba siempre una sensación de angustia, de falsedad y felonía, hasta que ambos explotaban… Todo empezaba con un simple juego y de repente, la chispa, y ya estaban discutiendo.

Y la vida es un ciclo, y todo es un ciclo y
no hay dolor más grande, que el dolor de ser vivo. Ella tenía un problema, el principal según ella mismo: tenía la costumbre de idealizar a las personas, vivía en un cuento de hadas esperando a aquel príncipe que la salvara, a aquella persona que se preocupase por ella tanto como ella misma lo haría por esa persona. Quería un amigo de cuento, quería felicidad, quería…todo. Era eso o nada.

“-No Sabrina, no me esperaba la llama de Selene… supongo que te dijo. –La verdad, no… Creo que como siempre, tendré que adivinar. – Pregunta y yo respondo -¿Qué paso exactamente? ¿Por qué estás así con ella? ¿No ves acaso lo mal que la pasa? –Me molesté, la hice sentir mal, me hizo sentir mal, lo mejor fue darnos un tiempo solos. O al menos, fue lo mejor para mi -¿Estas celoso de Simón verdad? ¿Por qué? – ¿Quién te dijo? – Tú, la semana pasada – Ya sabes… - Sí, todos saben de tu falta de memoria, pero al punto Sebas… - Es que antes Sofía era como… mmmm… la que me contaba todo, la que me hablaba de todo sin pena ni nada… Pero después, cuando conoció a Simón ya no fue así. – Ok, entiendo. Pero son celos de… ¿hermano o de algo más? – No! No! De hermano, mejor amigo. La verdad es que creía, creo que Simón me quitaría a mi mejor amiga y así fue. – El no te ha quitado nada – Yo estoy aquí y ella allá, con él. No tengo mejor amiga – Ella siempre será tu mejor amiga – Sofía lo prefiere a él que gusta de ella. Ganó, me la quitó y si no, ya no es lo mismo de todas formas. –Bueno, eso es diferente, si ahora te sientes diferente, se entiende…”

Cuántos sueños, canciones, poemas; cuántos libros, películas, capítulos le dedicó en silencio. “¿Por qué no ves esta película, Sebas?, te va a fascinar…”. Él siempre lo supo, no era tan tonto, simplemente fingía no entender el mensaje. Tenían sueños juntos, imaginaban su vida juntos, como amigos, como si todo fuera tan fácil y estuvieran viviendo en una burbuja imaginaria, una burbuja compartida dónde ellos siempre sonreirían. Ella pudo haber hecho un libro de él, qué no escribir de él. Sebastián, había algo en él que la hipnotizaba, que la dejaba en blanco, la hacía sudar frío. Nunca había querido tanto a alguien. Quizá sí lo amaba de verdad, quizá sí era amor, quizá todo…o quizá nada, quizá imaginó todo.

“- Pero sabes, Sabrina, ¿te digo la verdad? Simón no me cae mal, aunque me haya quitado a Sofía, ahora… no sé, podría decir algo que tal vez la hiera, pero ella ya no es mi mejor amiga, sólo es una amiga más y no sé si pueda volver a ser como mi hermana. – Sí, lo será; tengo esperanzas –Esa palabra… - ¿Qué? –Nada; mira, una vez que pasa algo así es difícil que vuelva a ser mi mejor amiga – No creo, yo creo que aún siguen siendo mejor amigos. -… Sí, siempre he sido así…Mira, hay veces que la veo a lo lejos, triste, mirándome, esperando por mi… y pienso en acercarme y hablarle y contarle mis cosas, preguntarle por las suyas, pero después digo “No necesito hacer esto” y sigo de largo… - Sabes, Sofía se moría del miedo (se le veía en el rostro, créeme) cuando te hablaba de Simón, pensó que lo odiabas –No, no, para nada. Él me cae bien, hasta creo que tenemos cosas en común... O son ideas mías o él es muy similar a mí… -…. – Sabes Sabrina, ella me dijo que si yo se lo pedía le dejaría de hablar a Simón - ¿Sï? -Sí, estuve a punto de decirle que no sea patética, pues yo no haría eso por nadie, pero solo le dije “No lo hagas, él no me cae mal. Todo está bien” –Sigue – Pues le dije que quería arreglar cosas en mi vida, lo cual no he hecho aún… -… -Pienso que tal vez fracase, pero no lo sé, ella me dijo que estaba bien, me dijo muchas cosas tipo “No tendrás nunca un reemplazo” y cosas así… - ¿Está mal que te diga eso? – No, no, no lo veo mal, pero bueno, algunas cosas no las creí. Mira, cuando le dije todo lo que sentía, cuando le dije que me terminaría reemplazando por Simón y que ya estaba acostumbrado, que solo me dolería un momento…Me dijo que no, que yo era único y cosas así… - ¿Entonces? – Entonces no creí mucho de lo que me dijo porque al siguiente día, cuando estábamos juntos, solos en nuestro” momento me dijo “Lo extraño”…Y yo, y yo… ”

Luces blancas, pasadizos, el cielo, el infierno, el vacío, dolor, paz… La muerte ha sido interpretada de tantas maneras. ¿Dé cuántas formas puede morir una persona? ¿Hay remedio contra ella, la muerte? La habitación de Sofía seguía tal como la última vez que había estado en ella, Sebastián no pudo soportar la tentación de verlo, su letra, su firma, su sangre y un título…


“Ser y no ser nada… Ser...”